CONOCIMIENTO

Las organizaciones, y en primera instancia sus directivos y mandos intermedios, deben conocer el salto que existe entre dónde están y dónde necesitan estar, y más aún, precisan identificar qué iniciativas les llevarán a ese nuevo lugar. Lo que sea que les haya llevado a donde están hoy no será garantía suficiente para mantenerse donde están.

Cualquier proyecto de formación debería basarse y diseñarse para resolver esos “gaps” de comportamiento y de resultados.

Además, creemos que las habilidades son una herramienta que nos permite avanzar en la vida, si bien, lo que realmente distingue a una persona es su mentalidad, sus actitudes, sus valores. Es lo que les permite seguir compitiendo y progresando donde otros fallan.

El aprendizaje es un proceso, no un evento, y es necesario por tanto que las personas aprendan a la velocidad de la necesidad (clientes, competencia, oportunidades…). Cuando no se ve la necesidad ni se detectan los errores, no se aprende.

No se trata de juzgar a las personas por lo que han hecho o por lo que saben, sino también por su capacidad para aprender y para aprender rápido. Y en este sentido,los mandos intermedios son la figura clave, sobre la que pivotan los flujos de información y de conocimiento de una organización.

Por tanto, si son los que deben desarrollar y retener el talento, ¿no será a ellos a los que más atención hay que prestar?.

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